jueves, 12 de marzo de 2009

Pintando el ser


Kevin Campos –un tipo no muy metafísico- se quedó alucinado cuando tuvo que pintar al ser. Plantó en la pizarra la silueta de un tío. Se le pidió que se lo currara un pelín más: volvió a pintar lo mismo pero le borró la cara...algo es algo. Ahora toca pintar la verdad: Carlos Ja Roman le pone cara a la silueta con color blanco. Ahora toca pintar el bien: Antonio Jiménez le planta un corazón a nuestro tipejo pintado. Toca la belleza: Álvaro Crespo, experto encargado de faltas y de horarios, no se corta un pelo y le planta al muñeco un sombrero. Aunque la belleza no es un gorro de quita y pon es la hora de terminar; así que “chapeau” para Álvaro. Hoy no tenemos máquina; con un móvil más simple que el asa de un cubo el profe –que está como una cabra- hace una fotucha. Somos de barriada obrera pero más progres que los de bellas artes.

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